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¿Cómo usar correctamente un desfibrilador externo automático (DEA)?

Dec 03, 2025
Un paro cardíaco puede ocurrir repentinamente en cualquier lugar: en la calle, en oficinas o en eventos públicos, y cada segundo cuenta para la supervivencia. Un desfibrilador externo automático es un dispositivo que salva vidas y que puede restablecer un latido cardíaco normal al administrar una descarga eléctrica al corazón. A diferencia del equipo médico profesional, un desfibrilador externo automático está diseñado para que cualquiera lo use, incluso sin formación médica. Pero usarlo correctamente es fundamental para maximizar la posibilidad de salvar una vida. Desde verificar al paciente hasta administrar la descarga, seguir los pasos adecuados garantiza un uso seguro y eficaz. Analicemos los pasos clave para usar correctamente un desfibrilador externo automático.

Evalúe Primero el Escenario y al Paciente

Antes de usar un desfibrilador externo automático, primero debe evaluar la situación y el estado del paciente. Asegúrese de que el entorno sea seguro tanto para usted como para el paciente: muévalo lejos del agua, fuentes de energía o tráfico, si es posible. Toque suavemente al paciente y grite fuerte para verificar si responde. Si no hay reacción, compruebe su respiración: observe movimientos del pecho, escuche si respira y sienta el flujo de aire durante no más de 5 a 10 segundos. Si el paciente no responde y no respira o solo presenta jadeos, llame inmediatamente a los servicios de emergencia y pida a alguien cercano que traiga el desfibrilador externo automático más cercano. Mientras espera el dispositivo, comience la reanimación cardiopulmonar (RCP) para mantener el flujo sanguíneo hacia el cerebro y órganos vitales. Esta evaluación inicial y acción sentarán las bases para una desfibrilación exitosa.

Encienda el Desfibrilador Externo Automático y siga las instrucciones de voz

Una vez que tenga el desfibrilador externo automático, enciéndalo abriendo la tapa o presionando el botón de encendido. La mayoría de los modelos cuentan con indicaciones de voz claras y guías visuales que le indican cada paso, lo cual es especialmente útil para usuarios primerizos. Escuche atentamente las instrucciones y sígalas cuidadosamente. El dispositivo le guiará en la colocación de los electrodos, la verificación del ritmo cardíaco del paciente y la administración de una descarga si es necesaria. No interrumpa las indicaciones de voz a menos que haya una emergencia. Mantenga el desfibrilador externo automático cerca del pecho del paciente durante todo el proceso y asegúrese de que nadie toque al paciente mientras el dispositivo analiza el ritmo cardíaco o administra una descarga. Seguir las instrucciones de voz garantiza que no se salte ningún paso crítico y que utilice correctamente el dispositivo.

Coloque correctamente los electrodos en el pecho del paciente

La colocación adecuada de las almohadillas es esencial para que el desfibrilador externo automático funcione eficazmente. Primero, retire toda la ropa del pecho del paciente; corte prendas gruesas si es necesario. Seque el pecho si está sudoroso o mojado, ya que la humedad puede afectar la adherencia de las almohadillas y la eficacia de la descarga. Tome las dos almohadillas proporcionadas con el desfibrilador externo automático y retire el respaldo. Coloque una almohadilla en el lado superior derecho del pecho del paciente, justo debajo de la clavícula. Coloque la otra almohadilla en el lado inferior izquierdo del pecho, siguiendo la caja torácica. En bebés y niños, utilice almohadillas pediátricas si están disponibles: coloque una almohadilla en la parte frontal del pecho y la otra en la espalda para evitar superposiciones. Asegúrese de que las almohadillas estén firmemente presionadas contra la piel, sin espacios ni arrugas. Si el paciente tiene un marcapasos o un desfibrilador implantable, coloque las almohadillas a al menos 2,5 centímetros de distancia del dispositivo.
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Administre la descarga y continúe con la RCP

Después de colocar los electrodos, el desfibrilador externo automático analizará automáticamente el ritmo cardíaco del paciente. Durante esta fase de análisis, es fundamental que nadie toque al paciente, ya que incluso un leve contacto puede interferir con la lectura. El dispositivo indicará si es necesario administrar una descarga o si no se requiere. Si se recomienda una descarga, el desfibrilador externo automático le indicará que presione el botón de descarga. Antes de presionarlo, anuncie en voz alta "¡Alto!" para asegurarse de que todos estén alejados del paciente. Presione inmediatamente el botón de descarga una vez confirmado. Después de administrar la descarga, el desfibrilador externo automático le indicará que reanude la RCP. Continúe con las compresiones torácicas y las respiraciones de rescate en una proporción de 30:2 hasta que llegue el personal médico de emergencia y asuma el control, o hasta que el paciente muestre signos de vida, como respirar o moverse. No detenga la RCP a menos que el paciente se recupere completamente o llegue ayuda profesional.

Cuidados posteriores a la descarga y mantenimiento del dispositivo

Después de que el personal médico de emergencia asuma el control, proporciónales detalles sobre el estado del paciente, el momento en que comenzó la RCP y cuántos choques se administraron con el desfibrilador externo automático. Limpia y mantén adecuadamente el dispositivo después de su uso para garantizar que esté listo para la próxima emergencia. Limpia los puntos de contacto de las almohadillas si están sucios y reemplaza las almohadillas usadas y las baterías lo antes posible. Almacena el desfibrilador externo automático en su estuche designado, en un lugar de fácil acceso, alejado de temperaturas extremas y humedad. Revisa regularmente el indicador de estado del dispositivo; la mayoría de los desfibriladores externos automáticos tienen una luz o pantalla que indica si la batería y las almohadillas están en buenas condiciones. Algunos modelos también requieren pruebas periódicas automáticas para asegurar su funcionamiento. Un mantenimiento adecuado garantiza que el desfibrilador externo automático sea confiable cuando ocurra otra emergencia.
En conclusión, el uso correcto de un desfibrilador externo automático implica evaluar al paciente, seguir las instrucciones de voz, colocar adecuadamente las almohadillas, administrar descargas y brindar atención posterior a la descarga. Este dispositivo está diseñado para ser fácil de usar, pero conocer los pasos correctos puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Todas las personas deberían familiarizarse con el uso de un desfibrilador externo automático, ya que nunca se sabe cuándo podría ser necesario salvar una vida. Con un uso adecuado, un desfibrilador externo automático aumenta significativamente la tasa de supervivencia de pacientes con paro cardíaco, convirtiéndolo en una herramienta indispensable en espacios públicos, lugares de trabajo y comunidades.