Los esterilizadores de plasma funcionan como sistemas de esterilización en frío, utilizando vapor de peróxido de hidrógeno convertido en plasma para limpiar instrumentos médicos delicados que no soportan altas temperaturas. Primero, el vapor penetra en todos los rincones y grietas de estos dispositivos. Luego, la energía de radiofrecuencia transforma este vapor en lo que se conoce como plasma reactivo. ¿Qué ocurre después? Pues bien, este plasma básicamente altera el ADN y las proteínas de los microorganismos. Y aquí viene lo mejor: todo esto sucede a unos 45-50 grados Celsius, aproximadamente un 60 por ciento más frío que las autoclaves de vapor tradicionales que se han utilizado durante décadas. Al final del ciclo, cualquier resto de peróxido de hidrógeno se descompone naturalmente en sustancias inofensivas como vapor de agua y oxígeno, por lo que no queda absolutamente ningún residuo peligroso tras el tratamiento.
La esterilización por plasma funciona mediante el uso de gas ionizado, que en realidad se considera el cuarto estado de la materia, para eliminar microbios sin causar daños térmicos a materiales sensibles. El proceso resulta interesante cuando el peróxido de hidrógeno se transforma en forma de plasma. En esta etapa, se descompone en radicales altamente reactivos como el hidroxilo (OH·) y el hidroperoxilo (HO₂·). Lo que hace destacar a este método es la capacidad superior de estas partículas cargadas para atravesar las paredes celulares bacterianas en comparación con métodos tradicionales como el óxido de etileno. Estudios indican que pueden penetrar aproximadamente un 30 por ciento mejor bajo condiciones de temperatura corporal. Al observar resultados reales de investigaciones recientes, se observa una reducción de seis logaritmos en el conteo de microbios tras ciclos de tratamiento que duran entre 28 minutos y casi una hora y quince minutos, dependiendo del tipo de dispositivo médico que necesite esterilización. Un estudio clínico publicado el año pasado respalda también estos hallazgos, mostrando que la tecnología de plasma mantiene una efectividad superior al 99,99 por ciento incluso en instrumentos complejos con múltiples lúmenes, al tiempo que conserva los componentes poliméricos delicados lo suficientemente flexibles para garantizar su funcionamiento adecuado en endoscopios y herramientas similares.
El método de plasma de gas de peróxido de hidrógeno resuelve un gran problema a la hora de limpiar equipos médicos delicados, como endoscopios de fibra óptica e instrumentos de plástico. Las autoclaves tradicionales utilizan vapor caliente a unos 121 grados Celsius, lo cual puede dañar seriamente estos materiales. La tecnología de plasma funciona mucho más fría, entre 45 y 50 grados, por lo que no existe riesgo de deformación ni deterioro de los materiales. Esto es especialmente importante para dispositivos con uniones adhesivas o electrónica integrada. También implica una cantidad significativa de dinero: según datos de la Organización Mundial de la Salud de 2023, las técnicas tradicionales de esterilización son responsables de aproximadamente 1.200 millones de dólares en equipos dañados cada año. Por eso muchos hospitales están cambiando a estas alternativas más suaves.
Un proceso en dos pasos que primero utiliza peróxido de hidrógeno vaporizado y luego especies reactivas generadas por plasma logra alcanzar niveles impresionantes de esterilización de 6 log, evitando al mismo tiempo cualquier daño relacionado con el calor. Recientes pruebas mostraron la eliminación completa de esporas de Geobacillus stearothermophilus cuando se opera a solo 55 grados Celsius. Eso es bastante notable, ya que iguala lo que logran los autoclaves tradicionales pero utilizando solo el 40 % de la energía que ellos requieren. La Administración de Alimentos y Medicamentos incluyó este método en sus recomendaciones actualizadas de 2024 específicamente para la limpieza de herramientas reutilizables utilizadas en cirugías cerebrales y procedimientos cardíacos donde los métodos estándar resultan insuficientes.
Los esterilizadores de plasma funcionan muy bien para limpiar instrumentos médicos complejos, como los fórceps laparoscópicos pequeños y las fresas neuroquirúrgicas difíciles de alcanzar, cuyos canales estrechos no pueden ser tratados adecuadamente con la esterilización convencional por vapor. Según una investigación de 2021, estos sistemas de plasma lograron tasas de eliminación microbiana casi completas —alrededor del 99,99 %— incluso en espacios muy pequeños, inferiores a 1 mm de ancho, mediante tecnología de plasma de peróxido de hidrógeno. A los cirujanos les resulta valioso porque marca una diferencia real en la prevención de infecciones durante intervenciones quirúrgicas óseas y procedimientos cardíacos. Sabemos por un estudio publicado en el Journal of Hospital Infection en 2022 que las bio-películas persistentes ocultas en grietas de los instrumentos causan aproximadamente una de cada cinco infecciones del sitio quirúrgico, por lo que eliminarlas es fundamental para la seguridad del paciente.
Un estudio reciente de 2023 descubrió que los endoscopios sometidos a esterilización por plasma enfrentan aproximadamente la mitad del estrés material en comparación con aquellos tratados con óxido de etileno. El proceso funciona a temperaturas mucho más bajas, alrededor de 45 a 55 grados centígrados, lo que evita que los adhesivos delicados de las lentes en artroscopios se deformen durante los ciclos de limpieza. Además, elimina gérmenes resistentes como el MRSA, que últimamente se ha convertido en un problema tan grande en los hospitales. Muchos centros de gastroenterología están viendo reducidos sus tiempos de reprocesamiento en aproximadamente tres cuartas partes cuando cambian de productos químicos líquidos tradicionales a estos nuevos sistemas de plasma. Algunas instalaciones incluso mencionan poder tener los instrumentos listos para los pacientes casi el doble de rápido que antes.
Al analizar 23 clínicas ambulatorias diferentes en múltiples ubicaciones, los investigadores descubrieron que cambiar a la esterilización por plasma redujo las infecciones posoperatorias aproximadamente en dos tercios. Esto es lógico, ya que la tecnología funciona bien con esas piezas plásticas utilizadas en cirugías robóticas, lo que ahorra a los hospitales alrededor de dieciocho mil dólares cada año en costos de reemplazo según el Informe de Referencia para Cirugía Ambulatoria de 2023. Lo verdaderamente impresionante es cómo lograron mantener los niveles de garantía de esterilidad en estándares de 10^-6 incluso después de completar doce mil ciclos, todo mientras conservaban intactas y funcionando correctamente las delicadas luces de fibra óptica en los instrumentos laparoscópicos.
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